lunes, 16 de agosto de 2010

CUENTA REGRESIVA




Faltan 11 días. No llegamos. Hay que hablar con el responsable técnico. Ensayo general. Repasemos la rutina. ¿Te parece?... No estoy segura... Yo creo que lo mejor sería... Esperen, estoy haciendo la planta del teatro, ¿donde ponemos las estatuillas?... Y si te parece, yo estoy de acuerdo, ¿y vos?... Bárbaro!, ¿que sigue? Registralo en el acta porque si no nos vamos a olvidar...
El jurado, los participantes, la gacetilla, entrevista, volantes, las estatuillas, el programa...¡Y ya estamos en la recta final!
En este momento poco importa pensar cómo llegamos hasta acá, en qué reunión surgió la idea de este festival, quién lo propuso, cuánto tiempo nos llevó tomar la decisión. Ya estamos embarcados en alta mar: astrolabio, brújula, estrellas, todo sirve para mantener el rumbo.
Hasta aquí nos ha traído Cine al Cubo y de pronto, ya no somos nosotros, ya no es solo nuestro sueño, ni nuestro festival. El primer Festival de Cine (corto) del Oeste nos excede, nos supera, nos obliga y aceptamos gustosos, extasiados, el desafío, porque cada paso, cada detalle, es una nueva sorpresa, un motivo de satisfacción y felicidad.
¿Por qué un festival de cine? ¿No hay suficientes?
¿Por qué en el Oeste?
¿Por qué Nosotros?
Porque el cine no es una película, un corto o una pieza audiovisual aislada. Necesita exhibirse, mostrarse, en la realización vouyerista cobra real existencia, es un evento que adquiere sentido al realizarse. Por lo tanto nunca habrá suficientes festivales mientras existan realizadores que no puedan mostrar sus obras.
¿Por qué no en el Oeste? Es nuestro espacio, nuestro hábitat, el marco de referencia desde el cual definimos nuestra relación con el centro, el tránsito, la política, el arte, la comunidad en todos sus sentidos. Nuestra brújula.
Nosotros. No necesitamos esperar a otros, no tenemos que esperar. Vemos un vacío y trabajamos para ocuparlo, para resignificarlo. Trazamos otros recorridos, "colgamos" nuestro evento en la agenda, o más bien en las "agenditas". Es chiquito, es nuestro, pero es. Y la promesa, nuestro compromiso, es que siga siendo, que este sea solo el comienzo, que crezca, que todos los que participen se apropien de la pantalla, nos la exijan, nos acompañen.
El festival de Cine (corto) del Oeste somos todos. Y que no queden dudas: Llegamos para quedarnos!

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